No podemos pelear contra nosotros mismos. Entre los pecados de juventud más comunes está el de confundir pensamiento y deseo, la madurez no es un proceso de inteligencia acendrada sino que, apaleada, tantas son las frustraciones que vamos acumulando que la esperanza se pierde, no es que nos volvamos conservadores, es que perdemos la estupidez natural.
El movimiento de la vida es tan rico que jamás tendremos una ventana desde la que mirar este espectáculo, de ser así podríamos aprender. En el flujo vital la juventud y la madurez conviven tirando hacia lugares diferentes, de ahí la locura de querer amoldar el movimiento de la Naturaleza al de una mente, que no es más que una perspectiva de la realidad, sólo una.
Los totalitarismos tienen esos dos sesgos, ora el ansia de cambio ora la inmovilización ideal de lo acabado, en medio: la Humanidad.
Hace mucho que soy capitalista porque soy marxista, nadie mejor que Marx ha descrito el mecanismo de la economía: el egoísmo y la indiferencia hacia el resto del mundo. El gran problema de Irene & Pablo es que aprendieron el marxismo pero no se lo aplicaron a sí mismos, sino que juzgaron a los demás… Efectivamente el diagnóstico que hacen de la sociedad es el acertado, nos gobierna una casta semihereditaria para la que trabajan los otros. Lo que se les olvidó fue que todos, todas estamos dentro de esa escena, no hay directores; hay quien piensa que sí, lo llaman Dios, quiero creer que Irene & Pablo no han llegado a ese estadio pontifical de haber descubierto el orden y la dirección de la Historia, quizá el extremo del infantilismo mental: cediendo la responsabilidad al “Ex Machina”.
Ellos se han creído directores de esta película y atribuían papeles a diestra y siniestra (¿cogen el chiste político?), y resultaron ser sólo aguadores del reparto estrelloso. Sí Pablo, claro Irene, no habéis perdido legitimidad política, yo habría hecho lo mismo si tuviera vuestra pasta, y conste que no me quejo de cómo me va, el problema es que debéis aceptar que estabais equivocados de partido: vuestro lugar está en el sector de la IU más acojonada, ésa que teme que la acusación de “pinza” le estropee la camiseta del Che; entre los naranjitos que fuman marihuana y creen haber entendido el Caos de Escohotado sin haber olido una mierda; o, ahí sí, en el PSOE, esa gran franquicia del socialismo que tiene en Andalucía su sede mundial, ése es vuestro lugar… sin duda, os están esperando.
No podemos huir de nuestras debilidades, de nuestra irracionalidad; la moral consiste en prejuzgar los hechos para clasificarlos, habéis sido moralistas y, claro, os lo han notado, es incongruente: la única izquierda posible es ética, cuando es moralista en realidad es derecha camuflada, sí, lamento disgustar a tanta gente, pero la izquierda no es una teoría económica sino ética, en el momento en que prescribe leyes dinerarias aplica el principio universal: La riqueza ni se crea ni se destruye, sólo cambia de manos.
El discurso debe continuar. Vosotros no. Pensadlo, ¿qué más os da ya? Hacedlo por vuestra chavalería, así actuamos todos… y todas, ¿no?
