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Bélgica debería haber prestado asilo político a las víctimas que causó en Congo

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análisis

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Estadísticamente hablando está comprobado que si una persona tiene cara de idiota se da un alto porcentaje de probabilidades de que efectivamente lo sea. Existe un tipo en el Reino de Bélgica, Theo Francken, quien se desempeña como secretario de Estado de Asilo que por cierto, pertenece a un partido independentista.

El tal Theo ha dicho que «los catalanes que se sienten políticamente amenazados pueden solicitar asilo en Bélgica. Puigdemont también pertenece a ellos. Eso es totalmente legal». Y habiéndole sabido a poco va completa la faena: «El presidente catalán Puigdemont puede solicitar asilo político».

Tan generoso ofrecimiento al hombre que ha hundido Cataluña ha provocado la lógica intervención de su jefe, Charles Michel, primer ministro de aquel pequeño país, desautorizando a su subordinado y pidiéndole que no eche mas leña al fuego. Pero Theo, como todo idiota, hace de la contumacia su forma de ser y no conociendo los límites de la estulticia manifiesta a pecho descubierto que en otros tiempos su país ofreció asilo político a refugiados vascos. Lo que no ha considerado matizar el alto cargo es que no se trataba de perseguidos políticos sino de etarras. Enrique Pegoaba, “Peixotin”, Raquel García y José Luis Moreno, Ricardo Cruz Maiztegui, entre otros muchos, algunos de los cuales que conservaron la residencia cómplice en Bélgica gracias a la intervención del Gobierno de Bruselas y en contra de resoluciones de tribunales y altos órganos.

Theo quizás desconoce que en la Europa libre, en donde no existen los presos políticos, existe también la llamada la Orden europea de detención y entrega, Euro Orden, que obliga a un país miembro a entregar a una persona que se encuentra en su territorio si éste es reclamado por un tribunal de su país, no por el Gobierno. En la época del paraíso belga de los etarra no existía ese procedimiento.

 

Bélgica

Es un pequeño país creado en 1830 formado por dos comunidades, Flandes, donde se habla el neerlandés, y Valonia cuya lengua es el francés. Además, religiones diferentes y gustos y costumbres sociales también diversas. Luego está Bruselas, una especie del DC de Washington, y otra pequeña comunidad que habla alemán. Y una convivencia no exenta de conflictos poco ocultos.

Es uno de los países en donde más transacciones de armas se llevan a cabo y no todas de acuerdo al reglamento. Cuenta con una potente fábrica de armamento, pistola, fusiles, ametralladoras, la Fabrique National.

Pero el país sobrevive, fundamentalmente, por ser la sede de la Comisión Europea, el Consejo de Europa, el Europarlamento y hasta de la OTAN.

 

Congo Belga: el holocausto olvidado

Desde 1885 hasta 1960 lo que hoy en día es la república Democrática del Congo perteneció a Bélgica, primero como propiedad exclusiva de su Rey, Leopoldo II y desde 1908 del Estado belga, tras las presiones internacional. Lo que algunos historiadores han llamado el “El holocausto olvidado”, consistió en una feroz represión por parte de la potencia colonial que causó la muerte de 10 millones de personas durante la administración real con una esperanza de vida que no llegaba a los 40 años. Se estima que en ese período la población congoleña se redujo en un 50%.

Uranio, caucho, marfil y otros minerales eran extraídos por los congoleños en condiciones extremas siendo habitual la amputación de las manos como castigo o los asesinatos en masa como forma de someter a esa población.

Y ya tras el paso a la administración pública la dureza se rebajó algo pero, por ejemplo, en 1950 se seguían dando trabajos forzados. Bélgica suscribió el artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas, que recomendaba la autodeterminación de los pueblos, pero no lo cumplió, pese a las presiones que recibía de otros países. De hecho, la independencia se logró por los movimientos en contra de los congoleños.

Lástima que el secretario Theo no hubiera vivido en aquella época porque hubiera podido extender su afán de asilo a los habitantes del Congo Belga, realmente necesitados de ayuda.

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2 COMENTARIOS

  1. ¿Cómo?…Théo Francken es de un partido de extrema derecha, racista y xenófobo, simpatiza desde hace tiempo con los independentistas catalanes…siempre asista a las dudas.

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