Cuando Luis Bárcenas salió de la cárcel, lo primero que hizo es informarse del saldo de 12.399 euros que tenía en una cuenta en el Chase Manhattan Bank de Nueva York. Lo siguiente, cancelar dicha cuenta y traspasar sus fondos a una nueva en la misma entidad “con el propósito de que terceras personas no dispusieran de ellos”, según su versión. Lo cierto es que el documento bancario se traspapeló y Bárcenas no tuvo más remedio que proceder a la legitimación de la firma para recuperar el dinero. Y ahí interviene el Servicio de Blanqueo de Dinero, el Sepblanc del Ministerio de Economía, que detecta la operación y pone los hechos en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción. A Bárcenas le ha faltado tiempo para poner los fondos a disposición de la Audiencia Nacional. Presumiblemente este lunes comienza uno de los juicios del Caso Gurtel y las cosas no están como para jugar con los jueces de la sección segunda, los que componen el tribunal.

Según consta en el informe remitido por Anticorrupción a los jueces del tribunal que va a examinar la primera pieza separada, el Sepblanc alertó, el 19 de abril de 2016, de que «Luis Bárcenas Gutiérrez procedió a legitimar su firma en un documento redactado en inglés al banco estadounidense JP Morgan Chase Bank ante notario». El citado documento sería una notificación de pérdida de un cheque por importe de 12.399 euros. Dicha notificación fue firmada por Bárcenas el 6 de febrero de 2014. El pasado mes de abril, el ex tesorero trató de recuperar ese dinero y envió a Estados Unidos la legitimación de su firma con el objeto de demostrar que esos fondos eran suyos.

Según el escrito remitido por el defensor de Bárcenas al tribunal, cuando éste salió de la cárcel, en enero de 2015, pidió información al banco sobre el estado de la cuenta. La entidad le contestó que “el saldo era cero”. En una segunda explicación se le dijo que la cuenta había sido cancelada, y el dinero remitido mediante cheque bancario al domicilio que figuraba en Nueva York en la cartulina de firmas autorizadas.

Es entonces cuando Bárcenas protocoliza ante notario un documento remitido por el banco en el cual se señala que los fondos le pertenecen y que dicho cheque no había sido cobrado.

Pero Anticorrupción tiene una versión diferente. La Fiscalía cree que Bárcenas intentó “mover” el saldo a una segunda cuenta ya que la primera había sido bloqueada a petición de la Audiencia Nacional española en Comisión Rogatoria. El defensor de Bárcenas, el abogado Joaquín Ruiz Infante, rechaza de plano tal versión y, para demostrar la colaboración de su defendido con la justicia, señala que esta misma semana han dado órdenes de que se consigne el saldo de 12.399 euros en la cuenta que la Audiencia Nacional tiene habilitada para tales efectos, “con el fin de evitar futuras confusiones” añade el letrado en su escrito.

Ni Bárcenas ni su abogado niegan la existencia de esa segunda cuenta bancaria, pero dicen que se trataría de «una cuenta vinculada al saldo de la primera cuenta y que en cualquier caso el saldo total coincidiría con el bloqueado inicialmente por la Audiencia Nacional, no oponiéndose a la Rogatoria a los efectos de comprobar la realidad del saldo».

Lo que está claro es que en todo este tipo de causas que están entrando en su recta final, hay prisas por devolver el dinero presuntamente sustraído y que había desaparecido.

En la pieza separada que se va a juzgar, la correspondiente a la primera época de la Trama Gurtel, a Bárcenas se le pide 88,8 millones de euros en concepto de responsabilidad civil. Actualmente el ex tesorero del PP tiene embargados todos sus bienes.

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