Atreverse es labor de todos, de manera especial, de las personas que, día a día, debemos enfrentarnos a la realidad que, la vida -cambiante-, nos ofrece no importa el ámbito: social-político-familiar.
Es preciso actuar siempre, no importa la situación, con una gran sonrisa, convencidos de que, el camino que emprendemos será el óptimo, fructífero.
Cuando aparezcan los primeros tropiezos no cedamos porque, el enemigo es feroz. Adversario que, cuando tiene ante sí ciudadanos persistentes, no es capaz de seguir la lucha, desfallece, se rinde. NO comprende que nadie le pueda. Pues sí, ¡le podemos!
Atrevámonos a denunciar, lo que no es justo y quieren imponernos para amedrentarnos: Miedo, Indignidad, Miseria, Odio, Mentira. Siempre, es gracias a la necedad de quienes se creen superiores, en posesión de la verdad, padres de todas las guerras, los fraudes-robos, que tanto han dañado la economía del mundo de los pobres, de nosotros todos.
Atrevámonos a clamar, por un mundo equitativo del que NADIE quede excluido. Mundo de los Seres humanos, sea cual fuere su pensamiento, procedencia.
Atrevámonos a decir las cosas por su nombre, no por el que nos ordena la sociedad, el poder, del que «paga». Somos ciudadanos, No súbditos.
Atreverse es, un trabajo colectivo, que deberíamos tomar como propio. Redunda en felicidad, cuando descubres que actuaste por tu cuenta y riesgo, sin mediación, sin servidumbre… Somos libres y es, en tanto a esta facultad, que debemos actuar.
Aunque no dispongamos del «paraguas» protector, que mata conciencias, nos sentiremos satisfechos de nuestra libertad. Nuestros logros serán solo nuestros.
Gracias a nuestra osadía, el futuro será también nuestro y del de tantos que, cual nosotros decidieron caminar por su cuenta, sin bozal ninguno.
Dejemos de apoyar tanta tontería-grosería que últimamente llena nuestras redes. Utilicemos nuestras “maquinitas” para trabajar y saber de los nuestros. NO para compartir “bobería” como suelen hacer algunos, sin otro “norte” que el de hurgar en la vida de los demás.
Solo falta que calculemos los mensajitos que nos han llegado estos trágicos días, con las peores sandeces que, algunos, son capaces de pregonar.
Atrevámonos a decir basta, a vivir con pasión la vida que tenemos ante nosotros, apoyemos las causas nobles que haylas en abundancia pero, pasan desapercibidas por los escándalos que se suceden en el día a día: políticos-sociales-mundiales.
¡Caminemos! Intentemos que nuestras huellas sean faro en esta oscuridad que “adormece” a quienes no prestan la atención debida. Es mucha la labor que tenemos a la vista: política-social-cultural.
Si no somos capaces de echar un capote, la Historia nos proclamará, en el futuro: personas no gratas. Vivimos un momento crucial para todos en la conquista de la libertad, la vida, la identidad, contra la barbarie, el fascismo, el miedo y la oscuridad en la que, de nuevo, demasiados nos quieren retener. ¡Viva la Vida!
