Bajar de nuestro nivel de confort y enfrentarnos a situaciones que nos disgustan siempre es complicado, muchas veces sin darnos cuenta, nosotros mismos nos ponemos las limitaciones y las barreras.

Cuando estamos dentro de una situación difícil, lo pasamos mal, estamos sufriendo, queremos huir de esta realidad que nos oprime, buscamos salir de la manera más rápida y eficaz de la angustia, del infierno al que nos vemos sometidos.

Del infierno siempre queremos escapar y la mayoría de las veces, por no decir todas, si insistimos lo conseguiremos, si perseveramos tarde o temprano encontraremos un modo, una puerta de salida, hallaremos el final de nuestros pesares y además habremos realizado un camino de auto conocimiento que nos habrá hecho más fuertes, pues conoceremos más y mejor nuestras debilidades, habilidades, nuestro entorno, y será muy difícil que volvamos a caer en el abismo, por lo menos durante un tiempo.

Si residimos en la morada de los dioses, donde reina la armonía, la belleza, el arte, la juventud y por descontado el dinero, no vamos a querer salir nunca de ahí y ese va a ser nuestro castigo, esa va a ser nuestra cárcel. En el paraíso corremos el riesgo de acomodarnos, de tornarnos débiles y de que cuando se acabe la belleza, la juventud… caer en el peor de los infiernos para el que no estamos preparados.

Una desconocida de treinta años me escribió un sueño hace poco que paso a relatar.

Estoy en la planta de arriba de una casa y tengo que ir a la planta de abajo. La escalera es muy ancha, pero no tiene barandilla. 

Tengo tanto miedo que bajo reptando y nunca paso de dos o tres escalones.

Esta mujer, por lo que dice su sueño, parece que goza de un buen nivel de vida (casa de dos plantas), que vive en su pequeño paraíso (piso de arriba) que no quiere abandonar (tiene miedo). Esta tan acomodada que el más mínimo inconveniente (escalera muy ancha sin barandilla) la supera y es incapaz de enfrentarse a la adversidad (no pasa de dos o tres escalones).

Después de analizar estas imágenes la interpretación me resultó evidente.

Esta señora tiene algo que resolver (planta de abajo), del que depende su confort (planta de arriba), aunque no cuenta con todo el apoyo que le gustaría (sin barandilla), si tiene las herramientas necesarias para solucionarlo y no puede escudarse en la falta de medios para afrontar la situación (escalera amplia). 

El problema principal es que ella misma se ha encarcelado en su paraíso (no puede salir de la planta de arriba) y la sola idea de abandonarlo (bajar la escalera), ha transformado su cielo en angustia, en su infierno (miedo exagerado). 

No sé cuál es la solucion ni quiero saberlo, pero espero que se haya atrevido a enfrentarse a sí misma, a sus miedos y pueda disfrutar de su casa, de su vida plenamente (bajar y subir la escalera, ocupar las dos plantas).

Arriba, gloria, edén, placer, jauja, paraíso y abajo, averno, abismo, dolor, calvario e infierno son arquetipos, ideas del inconsciente colectivo y no se entienden la una sin la otra. El paraíso es un infierno encubierto, pues nos atrapa, nos encarcela sutilmente y nos hace débiles, mientras que el infierno, el sufrimiento, nos hace más listos y más fuertes.

El infierno y el paraíso, el placer y el dolor son lo mismo, son una trampa.

Buenas noches, felices sueños

 

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