Reconozco que me resulta difícil ser objetiva cuando de maltrato se trata. Y que la historia –ya tragedia- del caso Juana Rivas me supuso un enorme esfuerzo para ser lo más objetiva posible. Había sí –tal y como se hizo eco Diario16– una condena por maltrato aceptada por el propio Franceso Arcuri, pero también había espectáculo, mucha mala asesora buscando su minuto de gloria en los medios, y, sobre todo, había dos pequeños en boca de toda una sociedad que ya se ha olvidado de ellos.

Tiempo le ha faltado a Francesco Arcuri para recién llegado a Italia denunciar a políticos y periodistas –especialmente mujeres- por apoyar a su expareja. Mientras en España con cara de cordero degollado se prestaba a ir a los medios, siempre con imagen de pobre hombre apaleado por una mala mujer, a saludar a todo el mundo y demostrar que era un padre paciente dispuesto a esperar discretamente lo que por desgracia por derecho le correspondía, que le entregaran a sus hijos.

Franceso Arcuri llegó a España con cara de gente, más discreto que Juana –todo hay que decirlo- y sin una cuadrilla con hambre de notoriedad a su lado, como le ocurrió a ella, que hizo que medios y sociedad se dividieran, tras un primer minuto de entrega a la causa de la mujer, entre ambos cónyuges casi a partes iguales.

A medida que pasaban los días, y Juana se escondía con sus hijos, ganaba adeptos el Arcuri. Supo elegir el italiano a sus asesores legales, no por buenos, sino por saber movilizar a todo un ejército de rancio abolengo con odio visceral a las mujeres. Ahí comenzó una lamentable campaña en redes sociales llena de insultos contra Juana Rivas, los medios de comunicación, periodistas y todo lo que se moviera en torno a este tema.

A modo de ejemplo vemos algunos tuit que llegaron a Diario 16, pero fueron cientos…

https://twitter.com/JoseGaHompanera/status/902158631369678848

Y al lobo con piel de cordero sólo le ha faltado verse en su Italia natal para sacar la lengua a España y tratar de llevarse legalmente por delante a todo el que, de una manera u otra, ha estado al lado de Juana.

Estoy segura que la Justicia ha hecho lo que marcaba una ley, eso sí con lagunas para un caso como el de Juana del que hay decenas en España y que desde luego hay que cambiar. Pero hoy el Arcuri se ha reído de los tribunales, de los medios de comunicación –especialmente los que le siguieron el juego- y de una parte de la sociedad que todavía juzga a una mujer por conceptos que el italiano supo manejar muy bien, como cuando acusó a Juana Rivas de gustarle la noche y salir de copas hasta muy tarde. Sólo por esto le valió la condena pública de una parte de nuestra sociedad.

Y es que lo que no acabamos de entender en casos de violencia de género y terrorismo machista es que la víctima es la víctima sea simpática o antipática, guapa o fea, le guste el cava o el aguardiente o bailar más que a un tonto dos pistolas. La maltratada es la buena en la película si es fiel o no lo es, si le va el lujo o su vecina de arriba y, tanto da, si es una perfecta ama de casa o una dejada del hogar.

Los mismos políticos que al principio sacaron pecho a favor de Juana, quedaron entre visillos viéndolas venir cuando parte de la opinión pública y publicada se volcaba con el Arcuri. Y hasta familiares y asesoras de Rivas se han visto obligados a declarar ante el juez por presunta colaboración en la ocultación de los niños. Un despropósito legal y social que mantiene a dos pequeños aterrados lejos de su madre y su hogar.

El terrible atentado de Barcelona y la posterior crisis soberanista en Cataluña dejaron a Juana Rivas en un segundo lugar mediático. Sus hijos ya están con su padre en Italia –tal y como contamos– y ella ha perdido, por el momento, la batalla legal.

Pero si hay justicia, que al final aunque tarde la habrá, algún buen bogado o abogada encontrará el modo de que esta mujer recupere a sus hijos. A ver si tenemos suerte y el Arcuri sigue lanzando dardos desde su isla para demostrar lo que Juana Rivas siempre contó y que muchos pusieron en entredicho: Que el hombrito acusado de maltrato es vengativo, cobarde y de no fiar.

Y es que nunca me gustaron las personas con cara de gente…

23 COMENTARIOS

  1. Un gran articulo, una gran palabra de directora. Muchos medios hoy tienen que dar explicaciones, algunos por apoyar a un padre maltratador, que nada más llegar a su tierra y sentirse seguro, dentro de su mundo machista, lanzar dardos contra las mujeres, ya sean políticas, periodistas, o juristas. Y yo como muchos otros hombres me solidarizo con Juana Rivas y con todas las mujeres esperpénticamente denunciadas. Si este hombre se atreve finalmente a denunciar, tendrá a toda la sociedad española en su contra.

    No solamente está denunciando a las mujeres, lo está haciendo contra la ley española de violencia de género y contra el Pacto de Estado contra la violencia de género. Estas denuncias están financiadas por los Lobbys de hombres que se creen superiores a las mujeres y que como los supremacistas blancos buscan la sumisión total de las mujeres como seres de segunda clase.

    Pues no lo toleraremos. Veremos si este señor se atreve a denunciar o es otro que habla mucho pero después esconde su miembro entre las piernas.

  2. Francesco está ahora mismo abriendo en canal a sus hijos con la ayuda de sus padres,se comerán los órganos y la visceras crudos,como los arrancan de los cuerpos,con un poco de Chianti o Lambrusco para no atragantarse.Es que los hombres son muy malos y si son italianos peor y de una isla el colmo de la maldad.

    • No, hombre, esos son los rojos, que cada vez que gobiernan van por ahí quemando iglesias y violando monjas. Se nota que has estudiado en un colegio público porque no te sabes la historia de España.

  3. Por tu deriva y opiniones sobre los contendientes pienso que no te crees lo que escribes. No sé qué porcentaje de responsabilidad tiene cada progenitor en los hechos pero artículos como el tuyo no mueven opiniones en favor de la justicia y de la verdad. Y mira que lo lamento no tengo claro si por ella o por él.

    • Se me olvidó el título: ¿El Arcuri, lobo con piel de cordero contra Juana Rivas, la madre coraje o La Juana, estrella de las cámaras contra el legal y discreto Francesco Arcuri? He ahí la cuestión con los hijos de por medio. Le presento Sra. Directora otra cara de este rompecabezas sobre el que que la justicia tendrá que ir tomando soluciones. Mi deseo que sean justas independiente sobre quien recaigan.

      «Tribuna Abogados – Valencia
      28 de julio •
      Al hilo del “CASO RIVAS”…
      En tantos años de profesión nunca había sentido lo que ayer, escuchando la entrevista telefónica que una cadena de televisión realizó a Adolfo Alonso, compañero abogado que defiende los intereses del padre de los dos hijos de Juana Rivas.
      Me dolía -me dolía especialmente, y me sigue doliendo- su dolor profundo al expresar cuantísima tristeza le produce la situación. Y el estupor paralizante que siente cuando algo que pertenece al campo del Derecho se convierte -sin sustento alguno- en un circo mediático. Me dolía su impotencia, sabiendo que no importaba lo que dijera: ni se le iba a entender jurídicamente, ni mucho menos comprender empáticamente. Su cliente está condenado públicamente por el solo hecho de ser hombre.
      Afloran datos, sí… La Sra. Rivas no ha dudado en exhibir ante las cámaras el Fallo de la Sentencia de 2009 que condenaba al padre de sus hijos a tres meses de prisión por la comisión de un delito de lesiones del art. 153.2 y 3 del Código Penal. Añado: DEL CÓDIGO PENAL ESPAÑOL.
      Para quienes no se manejen en estas cuestiones, este artículo contempla como delito leve las acciones -maltrato, sirve un empujón, una bofetada- QUE NO CAUSAN LESIONES. Sólo que si la persona que recibe ese trato (como en este caso sería) es o ha sido esposa o pareja, se agrava la pena y pasa a ser delito encuadrado en el marco de la violencia de género.
      Lo interesante, si es que alguien quiere investigar, son varias cuestiones a destacar:
      a) en ese mismo Fallo de Sentencia se observa que JUANA ES ABSUELTA y su pareja ES CONDENADO. Esto es: SE DENUNCIARON MUTUAMENTE POR MALTRATO (lo que ocurre en una riña entre dos). Él afirma que llegó a una conformidad y aceptó porque se le estaba privando de ver a su hijo (entonces uno solo) y era la única forma de volver a verlo. He de decir que, tristemente, esta realidad se vive a diario en los Juzgados de toda España, donde es la palabra de uno contra otro y no hay parte de lesiones alguno que justifique la denuncia.
      b) La condena del art. 153 del Código Penal implica que, muy lejos de lo afirmado por Juana en los medios de comunicación (acerca de que le dio una paliza por llegar a altas horas de la madrugada y que tuvo que ser asistida hospitalariamente), estas afirmaciones faltan a la verdad. Y lo son por el propio contenido de la condena: el art. 153 del Código Penal español, por el que fue condenado , implica que NO HAY LESIONES. Ni, por supuesto, parte de lesiones. Ni por lo tanto, palizas ni malos tratos. Y una persona que falta a la verdad e algo tan grave, debe ser cuestionada en el resto de afirmaciones que realice.
      Partiendo de esta triste constatación, me remito al plano escrupulosamente jurídico de la cuestión:
      Estamos hablando de una señora que, tras el episodio de 2009 -juzgado en España- retoma la convivencia con el padre de sus hijos, naciendo un segundo hijo de la relación. Y que en 2016 -ignoramos si antes también- al finalizar el curso escolar viene a España indicando al padre que regresará -como parece natural- al finalizar las vacaciones.
      Una vez en España, y como la vez anterior (y, en mi opinión, intentando valerse del sistema judicial español), Juana denuncia en Granada un (supuesto) maltrato psicológico por parte del padre. Pero como existen normas procesales vinculantes para todos los jueces y todos los Juzgados, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Granada estima que ese asunto debe ser instruido (y juzgado en su caso) en Italia.
      Al mismo tiempo el padre, viendo que Juana y sus hijos no regresan y no habiendo sido consultado ni aceptado esa decisión unilateral de la madre, hace lo que tiene que hacer: acude al Juzgado correspondiente en solicitud del cumplimiento de un Convenio Internacional suscrito tanto por Italia como por España, el CONVENIO DE LA HAYA SOBRE SUSTRACCIÓN DE MENORES. Porque existe sustracción de menores cuando uno de los progenitores se lleva del país de residencia de los menores a éstos sin consentimiento o aceptación del otro progenitor.
      Por supuesto, existe una excepción a la obligación de devolver a los menores a su país de residencia, y esta excepción consiste en que la restitución al país de residencia suponga un grave riesgo para el menor: RIESGO QUE NO HA SIDO APRECIADO POR DOS TRIBUNALES.
      Eso es lo que hizo, en un procedimiento judicial en el que JUANA ESTUVO REPRESENTADA Y DEFENDIDA. Y en el que el juez correspondiente determinó que NO EXISTÍA ESA SITUACIÓN DE RIESGO, y que por tanto los menores debían regresar al domicilio familiar. Y no sólo eso: JUANA RECURRIÓ, y un Tribunal Superior confirmó la decisión del Juez.
      El compañero Alonso lo explicó claramente: no se está decidiendo absolutamente nada acerca de la patria potestad, ni de la guarda y custodia… Se está ventilando un asunto de SECUESTRO INTERNACIONAL DE MENORES. Eso, le pese a quien le pese, es lo que ha hecho la madre. Y me permito decir que si ella, Juana, estuviera bien asesorada, hace tiempo que debería haber iniciado los correspondientes procedimientos en Italia (país competente para decidir)para resolver lo relativo a la guarda y custodia de sus hijos, alimentos, visitas y demás medidas que han de adoptarse en los supuestos en que los padres rompen su convivencia.
      Pero Juana no sólo decidió unilateralmente que no iba a hacer esto. Dando un giro de tuerca y pese a que (en un proceso en el que ha estado personada y ha sido parte) hay una resolución y una orden firme de restitución de los menores, decide que no los va a entregar.
      El Juzgado de Primera Instancia 3 de Granada, a quien ha correspondido este asunto (Cooperación Internacional: el Juzgado de granada se limita a cumplir una resolución firme dictada por otro país que suscribió el Convenio de la Haya), dicta la correspondiente resolución, fijando día y hora de la puesta a disposición y restitución de los menores.
      Como decimos, la madre se niega a cumplir, situándose en un punto complejo. Debemos pensar que su abogada la habrá aconsejado como corresponde, haciéndole saber las consecuencias PENALES de dicho comportamiento: nos situamos en un plano delicado, ya hablamos de obstrucción a la justicia, desobediencia judicial, secuestro -por vez segunda-…, procesos todos ellos que sí se ventilarán en España, en Granada. Y de hecho, ya la Juez del jugado de Violencia sobre la Mujer ha derivado la petición del padre a los Juzgados de Instrucción.
      Le pese a quien le pese, se trata de un asunto que se está ventilando en los Juzgados de Italia. Y éstos han decidido (en un proceso en el que la madre ha sido parte) que los niños han de volver.
      Y volvemos a la entrevista del compañero Adolfo Alonso, y a su sensación de impotencia al hablar con los medios de comunicación: DA LO MISMO LO QUE DIGA EL PADRE, porque siempre ¡siempre! Va a tener más peso lo que diga la madre. Aun cuando él venga respaldado por resoluciones judiciales. Aun cuando ella haya cometido toda una suerte de actos y adoptado decisiones por la vía de hecho ILEGALES. No importa que una madre haya secuestrado a dos menores alejándolos de un padre, ni que desobedezca y obstruya a la justicia. Siempre pesará el calificativo de MALTRATADOR, hayan pasado los años que pasen. Sin importar si los antecedentes están cancelados. Sin importar si se aquietó a la denuncia y retiró la suya en beneficio de la relación familiar. Nadie, absolutamente nadie, apostará por él.
      María José Bultó
      Abogada especialista en Derecho de Familia, Penal y Menores»

      • ¿No sería mejor titular ‘Arcuri, el padre trincón? Ya ha quedado claro que le mueve la pasta y su ‘valentia’ parece que se reduce a la relación de pareja…

        • Me parece que no has tenido paciencia para leer a María José Bultó ni la tendrás para entender cualquier información que diste de tus preconcebidas ideas.

  4. Cordura, por favor, no nos tomenos esto como algo personal. Creo que Juana, nos caiga como nos caiga, no merecía que le arrebataran a sus hijos. Y ya! qué barbaridades! cuánta inquina!
    Sentido común por favor

  5. Qué barbaridades se están diciendo en un tema tan trágico para dos niños que no tienen la culpa de que sus padres no se quieran ni ver. Por el momento, hay una condena contra el padre por maltrato. Cuando haya algo contra la madre, ya será momento de analizarlo

    • Error, no fue una condena por maltrato o violencia machista, sino por unas «lesiones leves en el ámbito de la violencia en el hogar». Fue una pelea bilateral y en igualdad de condiciones en la que no ejerció abuso de superioridad física y en la que parece ser que los dos «se intercambiaron». Él dice que tuvo que firmar eso porque le estaban privando de ver a su hijo, y visto lo visto, más de un año sin verlos, es normal que alguien firme algo que no ha hecho para que le dejen ver a sus hijos.

      En cualquier caso, supongamos que fue real lo que él firmó: fue una condena simbólica de 3 MESES de cárcel por unas «lesiones leves» que puede ser por ejemplo un arañazo al agarrarla de las muñecas. Repito: 3 MESES. Y repito: no fue maltrato son dos artículos diferentes del código penal.

  6. Me parece de una prepotencia tremenda cuestionar la decisión de unos jueces que gestionan lo mejor que pueden una ley que está claramente enfocada a proteger a la mujer. A mi lo primero que se me ocurre es que cuando juzgan, se hace una instrucción previa, es decir, una investigación en la que van a contar, sin ninguna duda, con mas datos que el más informado de los periodistas y que la decision que tomen es la mas justa posible conforme a la ley que deben aplicar (repito, claramente favorable a la mujer). A mi se me hace muy extraño que tanto en Italia como aquí, se le acaben entregando los niños a él.
    Hay un dato que se omite por sistema y que es bastante esclarecedor. La Sra. Rivas deja al «lobo» y se va con un profesor de Granada en plan mochilero a Asia, al niño (por aquellas solo uno) lo deja voluntariamente con su padre. Esto ocurre en 2012, cuando el padre ya era un «maltratador», sin embargo, no es hasta 2016 cuando Juana decide que los niños corren peligro (entre medias tiene otro tras volver con «el lobo», segun ella en la unica vez que mantuvo relaciones sexuales con el padre).

    A mi esta señora me parece que se está aprovechando de la supersensibilización que hay en España para conseguir lo que ella quiere. ¿Que pasará con los niños cuando tenga una nueva pareja y se quiera ir de mochilera a Africa o a Sudamerica?

    Es muy curioso que el caso de Vanessa Skewes sea practicamente identico al de Juana Rivas y que ambas tengan a la misma asesora.

  7. Lamentable artículo más propio de una tertulia sensacionalista de Telecino que de un periódico al que se le presupone cierta objetividad y seriedad en el tratamiento de la información.

    No sabemos quién dice la verdad. ¿Es Francesco un maltratador despiadado como lo pinta Juana? ¿Utiliza Juana la LIVG a su favor mediante denuncias falsas como sostiene él? Puede que sea lo uno o lo otro, probablemente nunca lo sepamos, pero a vosotros eso os da igual porque sistemáticamente os posicionaréis del lado de la mujer.

    Fue tal el linchamiento al que sometisteis a este señor sin tener ningún dato en la mano, presionando a jueces e incluso movilizando a políticos para entrometerse en la justicia que a medida que se iba sabiendo que no todo era como lo pintabais el efecto rebote fue creciendo, y efectivamente ya nadie se cree a Juana, una mujer que dice que su ex pareja es un peligro para sus hijos y sin embargo se marcha de vacaciones varios meses a Asia y los deja solos con él.

  8. Es fantástico leer este artículo, ahora que por fin casi todo el mundo sabe ya quién es realmente Juana Rivas. La directora, como periodista competente que se supone que es, cuando escribió este artículo conocía sin duda que Juana Rivas no había saltado a los medios de comunicación en solitario, sino haciendo pareja con Vanessa Skewes: otra supuesta «madre coraje», chilena en este caso, que también había secuestrado a sus hijos con la excusa de que su marido la maltrataba. Cuando el marido de Vanessa llegó desde Chile para recuperar a sus hijos, Vanessa le puso una denuncia por maltratos, acompañada de un parte médico que demostraba las agresiones de este. Lo malo es que el marido, que conocía el ‘modus operandi’ de Vanessa, había tomado la precaución de estar siempre rodeado de testigos y muy alejado de ella, por lo que resultó que el parte de lesiones estaba datado en una fecha en la que constaba que el supuesto agresor estaba a 500 km de la pretendida víctima. Las feministas y los medios optaron entonces por dejar de hablar sin más de Vanessa Skewes (a la que, por cierto, no se condenó por denuncia falsa, pese a las contundentes pruebas de que había urdido una falsificación), y se centraron exclusivamente en Juana Rivas. Pero incluso ha resultado que ésta era otra falsificadora: una persona con auténticos delirios, según han explicado los peritos y han ratificado los jueces, peligrosísima para sus propios hijos. ¿Esperan ustedes el artículo de retractación de la directora del periódico? Pues esperen sentados.

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