Un grupo de seguidores del Real Madrid acudió a la mítica fuente de Neptuno para subirse en ella y coronar al dios de los rojiblancos con una bandera y bufandas del eterno rival, hasta que la policía les invitó a marcharse del lugar.

Todo ocurrió a las 3:40 horas de la madrugada del pasado lunes, cuando un sector de la afición merengue irrumpió en la fuente de Neptuno, en donde hasta tres jóvenes se subieron para cubrir el cuerpo de la estatua con una bandera y atar varias bufandas del equipo blanco en el tridente. No contentos con su hazaña, los individuos grabaron un vídeo del emocionante momento para colgarlo en las redes y eliminar el contenido audiovisual poco después.

Diario16 ha podido rescatar algunas imágenes de aquel momento, así como un mensaje publicado por uno de los jóvenes, identificado bajo las iniciales J.A.M, y que decía lo siguiente: “Pobre Neptuno le hemos coronado ya que estábamos….jajajajaja”, acompañado por una instantánea de la épica gesta. En lo que se traduce como una provocación intencionada a la par que absolutamente innecesaria.

No se sabe el motivo concreto por el cual cada vez que el Atlético celebra sus títulos, la fuente de Cibeles suele estar protegida con vallas, quizás para evitar una posible invasión por parte de los seguidores rojiblancos. Sin embargo, cuando es el equipo de Florentino Pérez el que festeja sus títulos, Neptuno no está vallado.

El caso es que está completamente prohibido subirse a los monumentos para evitar posibles daños contra el patrimonio histórico de la ciudad. Una norma que desde la madrugada del lunes ha quedado en entredicho al ser nuevamente desobedecida y que podría suponer una sanción.

“Es cierto que está regulado por ordenanza pero es algo típico tras una celebración de fútbol. Nada fuera de lo normal. La gente está contenta y emocionada”, han declarado a Diario16 fuentes de la Policía Municipal. Según las mismas, “en estos casos no es raro que ocurran estas cosas, pero se controlan y ya está. No hay un desorden público que vaya más allá”. Peguntados acerca de un posible proceso administrativo abierto, comentaron: “Cada agente decide si denuncia un hecho o simplemente lo soluciona en el momento, nada más”. Y agregaron: “Lo único que podemos decir es que esta incidencia está recogida en nuestra emisora directora. Suponemos que los agentes les invitarían a deponer su actitud, pero no tenemos constancia de nada más”. E insistieron en que “no hay un hecho destacable y nada que no haya ocurrido en otras finales de Liga”.

Por su parte, este periódico también se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Madrid, el cual tiene prohibido el acceso de los ciudadanos a cualquier monumento del patrimonio histórico para evitar posibles daños, y han informado que mientras los agentes municipales que intervinieron en el desalojo de los seguidores merengues en la plaza de Neptuno no presenten ninguna denuncia acerca de lo ocurrido, se celebre un juicio y por lo tanto haya una sentencia al respecto, se podría decir que estaríamos ante una gamberrada sin consecuencias. “Mientras no se pronuncie el ente sancionador y se dé trámite a los informes presentados por el desalojo, se trata de un expediente abierto y vulnera la presunción de inocencia”. No obstante, esta no ha sido la primera vez que ha sucedido algo semejante.

Recordemos que el 15 de mayo del año 2002 los hinchas del equipo presidido por Florentino Pérez causaron unos desperfectos durante la celebración de la novena Copa de Europa valorados en 200.000 euros, de los cuales 60.000 fueron por destrozos al mobiliario urbano. Cantidad que, obviamente, fue pagada por los impuestos de todos los madrileños y madrileñas.

Todo ello, a pesar de que el Real Madrid había pactado junto con el Gobierno de José María Aznar y el Ayuntamiento de Madrid, cuyo alcalde era José María Álvarez del Manzano, que sólo el capitán merengue, Fernando Hierro, estaba autorizado a subir a lo alto de la Cibeles para enseñar el trofeo a su afición. Sin embargo, la plantilla al completo se saltó a la torera el pacto y terminó invadiendo la fuente. Y todo porque a Raúl, Casillas, Zidane y compañía nos les parecía suficiente limitarse a festejar desde una plataforma circular que rodeaba el monumento.

Afortunadamente, la estatua no sufrió daños -como sí ocurrió en 1994, cuando la diosa Cibeles quedó manca tras perder una mano mientras la afición celebraba la victoria de la Selección Española sobre Suiza-. Y mientras unos festejaban vandálica e inconscientemente su Copa de Europa, al Atlético de Madrid se le prohibió, por mediación del alcalde Álvarez del Manzano, acudir a Neptuno para celebrar el ascenso a la Primera División junto a su afición.

Aun así, el delantero rojiblanco, Diego Alonso, y algunos aficionados se dirigieron a Neptuno pero la policía impidió a toda costa que el jugador colchonero subiese a la fuente para celebrar dicho ascenso. Todos los atléticos que se acercaron hasta Neptuno fueron increpados por las autoridades y se vieron obligados a abandonar el lugar. Eso no sentó nada bien a Diego Alonso que le mandó un mensaje al alcalde de Madrid: “Me parece bárbaro que a los jugadores del Real Madrid se les haya dejado festejar la Copa de Europa en Cibeles”. Y prosiguió. “No se despiste Manzano y ponga vigilancia 24 horas, que cualquier día aparezco yo hablando con Neptuno”. Pues no, no ha sido Diego Alonso el que ha aparecido para cumplir con su advertencia, sino los aficionados del Real Madrid.

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