El Colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en el organismo, y que es necesaria para la realización y regulación de funciones como la formación de los ácidos biliares y hormonas como las sexuales o las tiroideas. Sin embargo, aunque es necesario, sus cifras elevadas suponen un factor de riesgo para determinadas enfermedades cardiacas. Ya se sabe los excesos se pagan.

Tenemos tres tipos de colesterol: colesterol total, colesterol HDL y colesterol LDL. Y además vienen así en las analíticas, con su valor de referencia.

  • Colesterol Total                 < 200
  • Colesterol LDL ( malo)     < 100
  • Colesterol HDL ( bueno)   > 50

El LDL colesterol se denomina entre la población como «malo» porque tiene una gran facilidad de adherencia a las paredes de las arterias y provoca lo que se conoce como «placa de ateroma» esta placa, al cabo del tiempo va obstruyendo la arteria hasta que genera un taponamiento. Este estrechamiento arterial o cierre total de la arteria puede provocar Accidentes Cerebrovasculares (Ictus), Hipertensión Arterial (HTA) o Infarto Agudo de Miocardio (IAM), entre otras… Para evitar llegar a esos extremos, y corregir esta elevación del colesterol (malo), es necesario reducir o evitar, en lo posible alimentos que contengan grasa animal sólida; es decir, tocino, mantequilla, quesos curados y los mas dañinos: los fiambres. El jamón curado, es saludable si no te comes un kilo tu solo, claro. En ese caso no solo no es saludable, además sale caro…

La hipercolesterolemia se produce cuando esos valores de referencia están aumentados, menos en uno de los colesteroles. El HDL colesterol, cuanto mas alto este más saludable y mejor para el organismo. Este tipo de Colesterol es el único que puede limpiar nuestras arterias de colesterol LDL (el malo). Y lo podemos encontrar en la grasa vegetal (Aceites), y en el pescado azul. El mejor aceite es el de oliva virgen extra, después de maíz, o girasol. Aceites de palma o de coco ni en pintura.

Entre los factores que influyen en el incremento del nivel de colesterol se encuentran las Dietas inadecuadas: La ingesta abusiva de grasas animales o alcohol ocasiona que el organismo consuma primero otro tipo de nutrientes favoreciendo que el colesterol no se degrade y se acumule en las arterias.

 Enfermedades hepáticas, endocrinas y renales: La administración de ciertas sustancias aumenta la síntesis de las lipoproteínas LDL, que transporta el colesterol perjudicial para el organismo.

Hipercolesterolemia familiar: Se trata de una enfermedad hereditaria ocasionada por un defecto genético que impide que el colesterol LDL sea degradado, con lo que los niveles de colesterol aumentan progresivamente. En estos casos es frecuente la mortalidad temprana por infarto de miocardio o el engrosamiento de las arterias causado por la ateroesclerosis.

La hipercolesterolemia no tiene síntomas físicos hasta que se produce un evento cardiovascular. Según la fundación del corazón, la hipercolesterolemia se puede prevenir manteniendo una dieta equilibrada. Para ello es fundamental evitar el consumo de grasas saturadas. La dieta mediterránea es la mejor opción ya que conlleva un aporte de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que pueden encontrarse en el pescado y el aceite de oliva. Además, con este tipo de dieta se garantiza el consumo equilibrado de legumbres, frutas, vegetales, hortalizas y cereales.

Además de vigilar y cuidar la dieta, las personas que quieran prevenir la aparición de la hipercolesterolemia deben incluir un plan deportivo en su rutina. correr, nadar, el ciclismo o caminar son algunos de los deportes que pueden empezar a practicar a intensidad moderada y de forma regular (entre tres y cinco veces a la semana). De esta manera, las personas contribuirán al aumento del colesterol bueno HDL y reducirán el LDL y los Triglicéridos. En otra ocasión hablaremos de ellos. 

Elimina de tu patrón alimentario la comida rápida y procesada.

Buena Salud

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