Ayer publicaba Francisco Silvera en su “La opinión de un profesor”: “Ando mosqueado porque la experiencia me dice que nos la van a colar otra vez; (…) que los partidos del bloque corporativo (PP, PSOE y C’s) iban a vender unidad con una reforma educativa que ni les va ni les viene, para trasladarnos lo útil de la responsabilidad conservadora. Nos van a hacer otra más, otra ley inútil porque el problema es de fondo y ése no se va a tocar.”
De esta afirmación del profesor no me cabe ninguna duda. Sin embargo, no sé hasta qué punto conozco ese “fondo” al que se refiere.
Entiendo que uno educa a sus hijos con la idea de darles las herramientas necesarias para enfrentar el mundo, para entender quiénes son y qué pintan aquí, para que puedan elegir una forma de conseguir trabajo, o sea medios económicos con los que sobrevivir, para que se relacionen con sus semejantes…
Y me hago tres preguntas:
UNA: ¿De verdad creo que, estudiando una carrera universitaria, o un grado del tipo que sea, mis hijos podrán enfrentar su futuro?
DOS: ¿De verdad creo que mis hijos, con las herramientas que les damos, podrán ganarse un sustento, aunque sea el mínimo, el de la supervivencia?
Y TRES: ¿De verdad creo que conozco el mundo que ellos habitarán?
La respuesta a todas esas preguntas es la misma: No.
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Las últimas informaciones sobre cómo la tecnología va a modificar radicalmente el mundo laboral pasan por las páginas informativas de nuestros medios disimuladamente, entre la magia y el secreto.
Mientras tanto, seguimos formando a nuestros hijos en estructuras y fondos procedentes de un tipo de sociedad y economía agonizantes, nacidas de una revolución industrial que pasó.
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Espero que, mientras tanto, aunque no nos enteremos, aunque los dirigentes se dediquen a rebañar los restos de lo que queda, alguien esté pensando en el futuro.
Y sí, mientras tanto también, vivan los viejos profesores.
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Mañana la extrema derecha no gobernará en Austria, y es razón de fiesta. Aquí mismo.
2/12/2016. “Algunos tienen hijos…”
Yo también tengo mis dudas, Cristina, educación, Universidad, empresa, especialización, necesidades, no suelen ir de la mano en este país, el descontrol campa a sus anchas y falta buena fe por parte del empresario, el trabajador, el funcionario, el político, el juez, el periodista, el agricultor, el pescador, el……Si todos alcanzarán un nivel serio de rendimiento y compromiso en sus puestos de trabajo, la educación cumpliría su cometido, no hay otro misterio, es cuestión de seriedad por parte de todos y tener ilusión por las cosas. Así se levanta un país.