Cero votos en México, Ecuador y Arabia Saudí hasta esta madrugada pasada, poquísimos en Brasil…. y se esperaban ahí más de 1.000 sobres electorales en estos países. Pero cero es lo que contienen las urnas de estos consulados españoles tras dos días completos de votación y cuando faltan pocas horas para que cierren. Los catalanes residentes al exterior e inscritos en consulados como permanentes (CERA) o temporales (ERTA) pueden votar siempre y cuando hayan rogado el voto, un via crucis que pocos superan, y como segunda condición tienen que recibir por correo postal la documentación para votar. Se trata concretamente de las papeletas con las opciones políticas que se presenten, tres sobres normativos distintos, uno para cada destino, y certificados por añadir junto con la documentación personal en cada sobre, cuidando escrupulosamente poner cada documento donde corresponde para que el voto no se pueda considerar nulo. Con su burocracia y calendario de plazos para cada paso del sistema, la realidad para el expatriado es que hoy, en 2017, España sigue siendo un país donde para votar hay que rogar.
Anteriormente a la reforma, todo ciudadano español exterior recibía automáticamente la documentación en casa. Con el sistema actual de Voto Rogado, si no estás pendiente del protocolo administrativo, plazos, comprobaciones de censo, y tienes la «mala suerte» de vivir en un país alejado de España por lo que correos tarda más, tus derechos como votante dejan de estar garantizados. Sus defectos y posibles fraudes vienen siendo denunciados 2015 tanto colectivos ciudadanos como la ANC y Marea Granate, como en el Congreso de los Diputados tanto Unidos-Podemos como por ERC, el PDCat que cuando se llamaba Convergencia votó como el PSOE a favor de instaurar el voto rogado… Hoy prácticamente todos los grupos coinciden que el sistema no funciona correctamente, pero se mantiene, quizás a la espera de unas futuras elecciones.
Anomalías en llegadas y recuentos de votos
Los 818 observadores catalanes que desde domingo y hasta mañana 21 de diciembre realizan el rol de «observadores» en consulados de todo el mundo para las elecciones catalanas están denunciando en las últimas horas anomalías en la llegada de sobres electorales en varios países de América Latina, norte de África, por no hablar de los continentes asiático y Oceanía, aunque también en el este y norte de Europa, y una vez más en Italia. Sorprende también las desigualdades de llegada entre provincias, pues en todos los consulados de Estados Unidos se ha contabilizado un único voto (en San Francisco) presencial para la provincia de Tarragona. Hoy cierra el plazo para poder votar, pero en cambio muchos residentes al exterior que superaron el sistema de voto rogado y lograron obtener la confirmación para poder votar siguen pendientes desde el 5 de diciembre de la recepción de su sobre con el material electoral. Y es que en los consulados no encontrarán ni sobres, ni papeletas, ni los certificados expedidos personalmente para la votación.
Un 81,53 más de voto rogado, el interés para estas las elecciones ha crecido
En las últimas horas, el delegado del gobierno español en Cataluña Enric Millo anunciaba los datos definitivos de voto exterior: finalmente son 39.521 los votos rogados de residentes permanentes, CERA (la cifra provisional hasta ayer era de 38.345) de residentes permanentes. El incremento es del 81,53% en comparación con las elecciones al Parlamento de Cataluña de 2015. Aunque en aquella ocasión, desaparecieron 7000 de las 21.778 papeletas que se esperaban. Sólo se recontaron 14.781. También ha anunciado que son 2.663 los residentes temporales que solicitaron el voto. De hecho, la evolución de los residentes al exterior y del voto rogado (ver gráfico de Catalansalmón.com) ha ido in crescendo desde los últimos años como consecuencia de la salida de mano de obra por la crisis. Con el incremento del voto rogado se demuestra el incremento del interés en participar a los comicios, pese que las dificultades hacen desistir a muchos.
El delegado del Gobierno no mencionó que la Junta Electoral Central no prorrogó el plazo de voto a los residentes temporales, como sí hizo con los permanentes, pese que pueden estar en un mismo país. Helena G.B. llegó a Colombia hace tres meses para hacer voluntariado durante un tiempo y se inscribió como ERTA. Aún no ha recibido la documentación… y su plazo para votar expiró el lunes 18 de diciembre. Por su parte, Jaume D. reside en Suiza. Su sobre llegó, pero no le encontraron en casa y en el buzón le dejaron una notificación conforme el sobre había sido devuelto. Efectivamente, al ir a la oficina de Correos local le indicado todo el recorrido que había hecho el sobre con las fechas de llegada de la carta al país, pase por la frontera, llegada a la oficina postal local, reparto, devolución a la oficina, salida por la frontera, y llegada de vuelta ayer a España (ver foto adjunta). No le dejaron ni tan siquiera unas horas el sobre para recoger en la misma oficina. Ha perdido el voto por no estar en casa. Estos casos se repiten en varias ciudades y países.
El problema de querer funcionar por servicio postal internacional es que naturalmente se pasa a depender de las directrices de cada empresa pública o privada de reparto de cualquier país del mundo. Por lo tanto, con el sistema de voto rogado no se puede garantizar al 100% el voto a ningún ciudadano español. No es un sistema garantista. Si un cartero te deja la carta en el buzón, podrás ejercer tu derecho. Si decide devolverla, «gracias por participar y vuelva a intentar ser ciudadano otro día»
Sistemas online que fallan
La puesta en marcha de un sistema de seguimiento electrónico de cada envío, vinculado al DNI de cada votante, tampoco ha garantizado mayor control en la calidad del voto rogado. Han sido muchos los usuarios que han detectado errores constantes, pues la que en ocasiones el sistema informático indicaba que los sobres seguían en España o que la persona de repente ya no estaba reconocida como Voto Rogado Aceptado. Cuando la técnica en lugar de ayudar es motivo de más confusión, quizás esperar a implementarlo cuando no sea en comicios sino para campañas menos sensibles. Además, tal como denuncian sus usuarios, el sistema de seguimiento de voto es únicamente para la llegada del sobre desde España hasta el domicilio al extranjero. Pero en cambio no informa al votante si su voto luego llega efectivamente a la urna que le corresponde en su municipio desde fuera. Es decir, un residente al exterior nunca sabe ni sabrá si su voto ha llegado para contabilizarse junto a los demás votos interiores.
