Hoy he ido a la tele. Ir a la tele me pone de mala baba porque tengo que oír los argumentos del Partido Popular sobre las mejoras en el empleo, sobre la creación de puestos de trabajo, sobre los sobres…
Mala baba.
Caray, les oigo hablar, sé que repiten frases huecas que han aprendido para, a cambio, conservar su sueldo y las posibilidades de enriquecimiento que les permite el cargo. Sé que no son más que bustos vomitando sonidos que, al entrelazarse, forman enunciados que ni siquiera escuchan. No los entenderían, ni tiene demasiada importancia eso. Sé que ellos no tienen nada que ver con lo culto, con la narración, con lo que somos.
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No comprendo por qué no nos echamos a la calle cuando nos enteramos de que el Gobierno pagará las pérdidas a Florentino Pérez, Villar Mir, las Koplowitz, Salvador Alemany, Cortina y demás. Esta vez son las autopistas, pero la próxima serán sus puñeteros calzones. Si ganan, se lo reparten, como han hecho con las empresas privatizadas que, oh milagro, en sus manos dan beneficios. Si pierden, lo pagamos todos.
Decididamente, somos idiotas.
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Pero la cuestión no es esa. La cuestión es qué sociedad queremos, en qué sociedad queremos vivir.
Tenemos la suerte de pertenecer a una parte del mundo en la que todos podríamos gozar de una existencia placentera. Otro tema es a cambio de qué, a cambio de que otros vivan ¿cómo? Pero me centro: La inmensa mayoría de las personas que viven en España podría pasar sus días sin aprietos económicos. A no ser que…
A no ser que una panda de rapaces avarientos nos robe lo que es de todos, aquello que compartimos para mejorar nuestra existencia, y se lo reparta.
Lo hacen. Lo sabemos. No pasa nada. Somos idiotas.
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Poco a poco los juicios, las evidencias, las investigaciones, van construyendo una estatua de nuestra idiotez.
Propongo un parque temático de ello y que, como las Fallas, se declare patrimonio universal de lo combustible.
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Hala, mañana más, y con más mecha.
12/12/2016. ¿Quién terminará a las seis, ministra Báñez?
Gracias Cristina. Sules ser mi última lectura del día. Lejos de quitarme el sueño, me reconcilias con lo humano: somos lo que somos, pero a apartir de ahí, podemos ser mejores. Y en nuestros ámbitos, cuando menos, es nuestra decisión.
Buenas noches.
Sabemos que la inmensa mayoría del pensamiento conservador es así, soberbio y sin sentimiento. El problema radica en que los ciudadanos les permitamos hacer semejantes tropelías,….duele, la verdad que duele, y ….! mucho !, No tenemos solución.
Si hay solucìon….politicas de brazos caidos.Es decir,dejen que ellos aprueben sus reformas y que el FMI las inpongan.Dentro de un par de años,no quedan ni uno de ellos.No nos equivoquemos,es el unico camino.
Muy bien sobrina,lástima de país,y la gente le da igual todo,si tuviera menos años me hacía noruego