El mundo vuelve a conmocionarse ante los actos vandálicos que durante los últimos años se están produciendo de manera escalonada en Europa. El último de ellos, ocurrido este lunes en la ciudad rusa de San Petersburgo, donde 10 personas han muerto y 47 han resultado heridas tras una explosión.

Los hechos han tenido lugar en la estación de metro de Tejnologuícheskiy Institut, cuando, una bomba de fabricación casera cargada con metralla explosionó fuertemente arrasando uno de los vagones de un metro en el momento que circulaba entre dos estaciones.

En la siguiente parada, Ploshchad Vosstaniya, los servicios de emergencia rusos encontraron un segundo artefacto casero que ha podido ser desactivado sin ningún tipo de incidente.

La fuerte explosión convirtió el vagón en un amasijo de hierro y provocó la desesperación entre el resto de pasajeros que intentaban romper las ventanas de los otros vagones para lograr salir del metro rodeadas bajo una enorme nube de humo.

Poco después, la estación de metro de San Petersburgo se llenó de bomberos y ambulancias para atender a los heridos y rescatar los cuerpos sin vida de, al menos, diez personas. Todo ello, mientras un helicóptero sobrevolaba la acristalada estación de metro vigilando la zona.

Según fuentes oficiales, veinticinco personas de las cuarenta y siete heridas han sido trasladadas a varios hospitales de la ciudad para ser atendidas por laceraciones por los restos de metales y cristales ocasionadas por la onda expansiva.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se encontraba en San Petersburgo para reunirse con el líder bielorruso, Alexander Lukashenko, y aseguró que la causa del estallido no estaba esclarecida aunque la principal hipótesis que barajaban era la de un atentado terrorista. Así lo ha manifestado el primer ministro en un mensaje en Facebook.

Mientras las autoridades continúan con la investigación, se han incrementado las medidas de seguridad en el resto de transportes del país ruso y han emitido dos órdenes de búsqueda y captura contra dos personas. Siendo una de ellas captada por las cámaras de vigilancia y la cual habría depositado un maletín con la bomba en el vagón del tren.

Por su parte, la plaza Sennaya se ha transformado en un altar improvisado de velas y ramos de flores donde una multitud de ciudadanos se han congregado para mostrar su pesar.

Países como Francia han tomado medidas de prevención reforzando las estaciones de cercanías y metro con 140 efectivos de la Gendarmería y manteniendo el nivel de alerta de emergencia desde el 13 de noviembre de 2015 y reforzadas el 14 de julio de 2016.

En España, el ministro de asuntos exteriores no tiene constancia acerca de la existencia de españoles entre las personas heridas, y por el momento mantiene el nivel 4 de alerta antiterrorista considerado Alto.

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